La piómetra es una enfermedad infecciosa que puede evitarse con la esterilización de nuestras perras y gatas a una edad temprana.
La semana pasada tuvimos dos casos de piómetra, por ello nos vemos en la necesidad de explicar un poco más sobre esta peligrosa enfermedad que afecta a nuestras perras y gatas. Por suerte, ambas están fuera de peligro y se operaron en nuestro quirófano, y ya están con sus familias disfrutando de una segunda oportunidad.
Se trata de una enfermedad infecciosa no contagiosa y desgraciadamente es muy frecuente en perras y gatas mayores de 5 años no esterilizadas, aunque se puede presentar a cualquier edad. Si no se actúa rápidamente, podría llegar a complicar seriamente la vida de la perra.
La piómetra es una infección
Se trata de una infección uterina, con un acúmulo de gran material purulento y secreciones en su interior. En función de si este material purulento sale hacia el exterior a través de la vagina y vulva, las piómetras se clasifican en abiertas y cerradas, siendo estas últimas más graves y de más difíciles de diagnosticar.
Causas de la piómetra
No existe una causa desencadenante clara, pero se ha comprobado que el momento de mayor riesgo es entre la sexta y octava semana después de acabar el celo, pues en este momento el cérvix comienza a cerrarse. Parece ser que las influencias hormonales de la progesterona (hormona segregada por el cuerpo lúteo del ovario) provocan quistes en el endometrio (capa más interna del útero) y una mayor secreción de moco en el endometrio, que junto con la entrada de bacterias, aumentan de forma considerable el riesgo de infección.
Síntomas frecuentes de la piómetra
Los primeros síntomas son bastante inespecíficos, como sería la inapetencia y letargia (la perra está apática, apagada, con poca respuesta a estímulos). En el caso de ser una piómetra abierta, se empezaría a observar la salida de una secreción entre mucosa y sanguinolenta por la vagina y vulva, pudiéndose incluso confundir con un celo, por parte de los propietarios.
Posteriormente la perra empieza a mostrar poliuria (aumenta el volumen de la orina, provocando micciones muy largas, e incluso no aguantando el pis) y polidipsia (aumenta muchísimo la ingestión de agua).
En caso de no ser diagnosticada la enfermedad y no ser tratada, se desencadena shock y septicemia (infección generalizada), pudiendo incluso provocar la muerte del animal.
Tratamiento recomendado para la piómetra
Solo existe un tratamiento y es la esterilización (ovariohisterectomia), que sería la extirpación quirúrgica de ovarios y útero, además de tratamiento con antibióticos. Es una cirugía que conlleva mucho más riesgo que una esterilización a edades tempranas cuando la enfermedad no se ha manifestado.